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Ya no es posible realizar recargas con R22 reciclado o regenerado en los equipos en funcionamiento. El R22 es un gas muy común utilizado en equipos de refrigeración pero con graves efectos sobre la capa de ozono, por ese motivo desde Europa se han ido marcando diferentes metas para conseguir su eliminación.
Ya no es posible realizar recargas con R22 reciclado o regenerado en los equipos en funcionamiento. El R22 es un gas muy común utilizado en equipos de refrigeración pero con graves efectos sobre la capa de ozono, por ese motivo desde Europa se han ido marcando diferentes metas para conseguir su eliminación.
El Reglamento 1005/2009 sobre las sustancias que agotan la capa de ozono, estableció un calendario para la eliminación total del refrigerante R22 en 2015, y es en este punto en el cual están afectados todos los usuarios que todavía dispongan de equipos en funcionamiento con este gas.
Hasta el 31 de diciembre de 2014 estaba permitido utilizar el R22 regenerado o reciclado para el mantenimiento y la revisión de equipos en servicio (aparatos de refrigeración, aire acondicionado y bombas de calor). Los recipientes que utilizasen este gas debían llevar una etiqueta en la que se indicase claramente que la sustancia había sido regenerada, información sobre el número de lote y nombre y dirección del servicio de regeneración, y las sustancias recicladas.
En 2015 esto ya no está permitido, si todavía existen equipos con R22 no se «obliga» directamente a sustituir el gas ni el equipo pero en caso de tener que someterlo a algún tipo de mantenimiento que implique «recarga», esta ya no se puede realizar R22.
En cuanto a la opción a elegir deberá ser valorada por cada organización, en caso de decantarse por alternativas que utilicen gases fluorados de efecto invernadero, se debe tener en cuenta que dichos gases también se encuentran en fase de eliminación a nivel europeo, no existen actualmente directrices de eliminación tan específicas como para el R22 pero en los últimos años estamos viendo cómo cada vez se restringe más su uso e incluso podría llegar a prohibirse, con esto queremos decir que si se valora la adquisición de nuevos equipos sería ventajoso que dichos aparatos no utilizasen ningún tipo de sustancia fluorada de las que actualmente están en el punto de mira de la normativa europea.