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La lubricación en el mantenimiento industrial y aplicación en GMAO es un aspecto muy importante. Que los equipos y la maquinaria de trabajo estén bien lubricados se traduce en un ahorro de costes y, al mismo tiempo, se aumenta su vida útil y se garantiza una producción más eficiente. Descubre en este post qué tipos de lubricantes existen y cómo llevar un mejor control de esta tarea.
La lubricación es una operación de mantenimiento para reducir la fricción y, en consecuencia, prevenir la resistencia entre dos partes móviles. Para ello se introduce un fluido que crea una película que separa las superficies de contacto. Si se utiliza grasa como lubricante, la operación se denomina engrasado.
Con dicha operación se consiguen efectuar distintas funciones, además de reducir la mencionada fricción. De esta forma se minimiza el desgaste de las piezas, la temperatura por fricción y se protegen los componentes de la corrosión y de la contaminación.
Según su estado, los lubricantes pueden ser:
Los lubricantes se obtienen a través del refinado de fracciones pesadas de petróleo crudo que no se han utilizado para otros derivados. Tienen un componente principal llamado base lubricante y están presentes en una proporción del 75-85% en los aceites y 70-95% en las grasas.
Según su naturaleza estas bases lubricantes pueden ser:
Tanto las grasas como los aceites no solo se componen de las bases lubricantes, sino que también de aditivos. Estos tienen la función de reforzar propiedades de la base lubricante o de proveerla de nuevas propiedades.
Los aditivos cumplen diversas funciones como:
Para realizar el proceso de lubricación se utilizan distintos sistemas, principalmente:
Pequeños depósitos donde se deposita el lubricante mediante los cuales se hace llegar el aceite a las partes en movimiento de manera manual.
Consiste en una caja de fundición donde va el mecanismo a lubricar sumergido de forma parcial en aceite. Las piezas, al girar, recogen el lubricante y los transmiten a otros elementos. Su uso es muy común en cajas de velocidades.
Consiste en un depósito donde se encuentra el aceite y el mecanismo a lubricar. El lubricante que fluye entre los mecanismos cae al fondo del depósito y, mediante un sistema de bomba y conductos, se recircula llegando de nuevo a las partes bajo lubricación.
Consiste en una cuchara que, al girar, recoge a cada vuelta lubricante de una bandeja y lo introduce en el mecanismo que requiere lubricación.
El lubricante se pulveriza sobre los equipos a lubricar mediante un sistema que aplica el principio de Venturi.
La elección del lubricante y el sistema depende siempre del mecanismo a lubricar y de sus condiciones de funcionamiento, como la temperatura, velocidad, presión o condiciones ambientales. Normalmente, los propios fabricantes de las máquinas son los que sugieren los lubricantes que se deben utilizar e indican el calendario de mantenimiento, tanto para el cambio del lubricante como para las operaciones de lubricación.
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