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La metodología TPM (Mantenimiento Productivo Total), más que un tipo de mantenimiento, es una estrategia, ya que se compone de una serie de operaciones que, al implantarse, buscan eliminar mermas en la producción a consecuencia del estado de los equipos.
El Mantenimiento Productivo Total o TPM (Total Productive Maintenance), nace en Japón buscando un modelo de mantenimiento eficaz que fuese extensible a todo tipo de industria. El término TPM fue registrado como marca en 1971 por el JIPM (Japan Institute of Planta Maintenance). Utilizaremos por tanto el término TPM a lo largo del artículo reconociendo que es el nombre de una marca del JIPM, y no un término genérico.
En el Mantenimiento Productivo Total los activos estarán preparados para producir al máximo de su capacidad sin paradas no programadas, es decir, una productividad total, de ahí su nombre.
El JIPM define el TPM como una gestión del mantenimiento que busca:
De esta forma se entiende mejor el término mantenimiento productivo total, es decir, un mantenimiento que aporta una productividad máxima o total.
La finalidad del TPM es que un equipo, maquinaria o herramienta de producción se encuentre siempre en las mejores condiciones para su uso, capaz de llevar a cabo la producción de los componentes con los más altos estándares de calidad y el tiempo establecido. Para ello es clave que los activos se encuentren siempre preparados para ser utilizados en el momento que se necesiten. Al final, la base del TPM es disponer de máquinas fiables y que no sufran averías.
Es por esto que la estrategia de Mantenimiento Productivo Total identifica seis fuentes de pérdidas que pueden reducir la efectividad al interferir en la producción. Estas grandes pérdidas son:
El TPM se basa en hacer partícipe al personal de producción en las labores de mantenimiento. Para ello hay que hacerles ver que su función no es sólo controlar la producción, sino que también lo es cuidar del estado del activo.
Se pueden asignar por tanto tareas de mantenimiento básicas que no requieren de gran cualificación y que se pueden adquirir con una simple formación. Tareas como:
Los beneficios de usar una estrategia basada en el Mantenimiento Productivo Total son tanto organizativos y productivos, como lo son a nivel de seguridad y salud.
Las principales ventajas de implantar el TPM son:
Los pasos para llevar a cabo el Mantenimiento Productivo Total son:
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