La exposición a partículas en suspensión presentes en el aire puede tener graves consecuencias para la salud, especialmente en los entornos laborales donde los trabajadores están expuestos de manera continua.
Medir la calidad del aire y controlar los niveles de polvo en suspensión es esencial para prevenir enfermedades relacionadas con la inhalación de partículas, cuyos orígenes y antecedentes detallaremos a continuación.
¿Qué es el material particulado?
Se puede definir como “polvo” a una suspensión de partículas sólidas en el aire generadas por procesos mecánicos. Estas partículas sólidas que pueden mezclarse con partículas líquidas y que se encuentran suspendidas en el aire ambiente también se conocen por el término “aerosol”.
Los efectos para la salud relacionados con la exposición a los aerosoles están relacionados con una serie de factores, como las características físicas del propio aerosol, sus características químicas (solubilidad den agua y reactividad), su concentración ambiental y el tamaño de sus partículas.
Tamaño de partículas de un aerosol
En general, cuando se habla de materia particulada o simplemente de polvo, se suele hacer referencia a las partículas sólidas insolubles en agua. Estas sufren una discriminación por el tamaño de las partículas, depositándose a lo largo del tracto respiratorio y llegando a la zona alveolar aquellas partículas de menor tamaño.
De entre los diferentes tamaños de partículas en suspensión, aquellas con más relevancia en términos de salud son las consideradas como partículas gruesas -aquellas con un diámetro entre 2.5 y 10 micrómetros (PM10)- y las partículas finas, con un diámetro menor a 2.5 micrómetros (PM2.5).
Existe además otra clasificación en función del tamaño de la partícula y de la norma europea EN 481:
- Fracción inhalable: la fracción másica de aerosol total que se inhala a través de la nariz y la boca.
- Fracción torácica: la fracción másica de las partículas inhalables que penetran más allá de la laringe.
- Fracción respirable: la fracción másica de las partículas inhaladas que penetran en las vías respiratorias no ciliadas
Fracciones de polvo en suspensión. Fuente: EN 481
Aquellas partículas que se introducen hasta los bronquios, el cuerpo las puede ir eliminando con el tiempo; pero el sistema respiratorio es incapaz de eliminar aquellas que se acumulan a nivel alveolar y la exposición prolongada en el tiempo puede interactuar en los tejidos donde se produce el intercambio de oxígeno con la sangre.
Material particulado: efectos en la salud
La exposición de los trabajadores al polvo puede darse en cualquier puesto de trabajo en el que se genere polvo a partir de materiales de diverso contenido y permanezca en suspensión el tiempo suficiente.
La respuesta a nivel individual va a depender no sólo de la naturaleza de la partícula y duración, frecuencia e intensidad de la exposición, sino también de los hábitos y características fisiológicas de cada persona.
Las enfermedades respiratorias más habituales asociadas a la exposición de polvo en el trabajo son las siguientes:
- Asma ocupacional y agravada por el trabajo: enfermedad respiratoria crónica caracterizada por una inflamación de las vías aéreas. El asma ocupacional implica una obstrucción de las vías ante un producto tóxico y que no se produce exposición fuera de la actividad laboral. Si existe preexistencia de asma por otros desencadenantes y la persona se expone a productos tóxicos e irritantes, se produce asma agravado por el trabajo. Otras condiciones asociadas son la rinitis, con estornudos y secreción nasal por inflamación y conjuntivitis.
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica: Inflamación de las paredes bronquiales que normalmente no son reversibles. En el ámbito laboral, se asocia al contacto con polvo inorgánico y la exposición reiterada a las sustancias tóxicas. La forma avanzada puede dar como resultado bronquitis crónica o enfisema (bronquios o alveolos dañados de forma irreversible).
- Neumoconiosis: Enfermedades producidas por la inhalación de diferentes minerales que producen daños permanentes en los tejidos pulmonares como consecuencia de la acumulación de polvo en los alveolos, lo que provoca una fibrosis o deterioro permanente de estos. Dependiendo de la sustancia específica inhalada se denomina de diferentes formas, como silicosis cuando la sustancia es sílice cristalina, asbestosis y talcosis si se está expuesto al asbesto y talco, enfermedad pulmonar por metales duros o la siderosis, que es la enfermedad pulmonar por hierro, generalmente asociado a los trabajos de soldadura.
- Cáncer, neoplasia, mesotelioma: La exposición a partículas en suspensión que contienen sustancias cancerígenas, como el amianto, el arsénico y los hidrocarburos aromáticos policíclicos, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Es especialmente relevante en aquellos que trabajan en la minería, la construcción y la industria química.
- Enfermedades cardiovasculares: Estudios recientes han demostrado que la exposición a partículas en suspensión también está relacionada con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos, enfermedad coronaria y accidentes cerebrovasculares. Las partículas finas pueden ingresar al torrente sanguíneo y desencadenar respuestas inflamatorias que afectan negativamente al sistema cardiovascular.
*Plataforma CARcinogen EXposure
Exposición al polvo en suspensión
La exposición al polvo en suspensión es un problema común en diversos entornos laborales, como obras de construcción, fábricas, minería, agricultura y actividades que involucran manipulación de materiales sólidos.
El Real Decreto 374/2001 de 6 de abril, sobre la protección de la salud y seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo, indica como obligación del empresario, entre otras, la necesidad de contemplar en la evaluación de riesgos si existieran agentes químicos peligrosos, de cumplir los valores límite ambientales recogidos en el documento de Límites de Exposición Profesional para Agentes Químicos en España, elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST)).
Los valores límite de los agentes químicos se expresan como “Valores Límite ambientales (VLA)” los cuales son valores de referencia para las fracciones inhalables o respirables de los agentes químicos en el aire y se consideran las siguientes categorías:
- Valor Límite Ambiental – Exposición Diaria (VLA-ED)
- Valor Límite ambiental – Exposición de Corta Duración (VLA-EC)
- Valor Límite Biológico – Exposición Diaria (VLB)
Prevención de Riesgos Laborales y partículas en suspensión
La prevención de riesgos laborales es fundamental cuando se trata de la exposición a partículas en suspensión en el entorno de trabajo.
Además de los equipos de protección personal contra partículas en suspensión y los controles industriales para minimizar la generación de partículas y reducir la exposición de los trabajadores, es importante realizar mediciones regulares de la calidad del aire para evaluar los niveles de polvo en suspensión y verificar la eficacia de las medidas de control implantadas.
La monitorización ambiental puede ayudar a identificar cualquier incumplimiento de los límites de exposición establecidos y permitir la adopción de acciones correctivas adecuadas.
