Redes de control y vigilancia de la calidad del aire

La Monitorización en continuo se realiza habitualmente mediante una red formada por un conjunto de estaciones fijas y/o móviles aisladas adecuadamente (térmica y acústicamente) con el fin de garantizar la idoneidad de las condiciones de trabajo de los analizadores y sistemas auxiliares ubicados en su interior.

Estas estaciones incorporan sistemas para la captación de muestras y analizadores automáticos de medida de parámetros contaminantes cuyas características pueden variar en función de la zona, ya sea esta urbana, industrial, de fondo, etc.

De acuerdo a la normativa vigente, los parámetros de medida más habituales son dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NO2/NO/NOX), monóxido de carbono (CO), ozono troposférico (O3), benceno y partículas en suspensión (PM10 Y PM2,5). También es posible medir otros parámetros de contaminación tales como compuestos volátiles, sulfuro de hidrógeno (H2S), fluoruro de hidrógeno (HF), metales (cadmio, plomo…), Black Carbon, etc., .

Tras un análisis global de la problemática objeto de estudio, se seleccionan los parámetros contaminantes a monitorizar y los analizadores más adecuados para obtener unas medidas precisas. Además, suelen implementarse de forma complementaria medidas de parámetros meteorológicos tales como velocidad y dirección del viento, temperatura, humedad relativa, presión, radiación solar y precipitación.

La monitorización en continuo se realiza con analizadores que se basan en los denominados métodos de referencia, es decir, métodos normalizados que producen resultados comparables y con equipos certificados que han superado estrictas pruebas de homologación por parte de laboratorios acreditados y siguiendo las normas de referencia establecidas por las autoridades.