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Monitorización y control de olores ofensivos

Publicado en 24 agosto, 2023

Contaminación y calidad de aire exterior,

Aunque no tan conocida como otros tipos de polución, los olores ofensivos suponen la forma de contaminación ambiental que más quejas causa por parte de la población hacia las autoridades debido a sus efectos molestos y perjudiciales.

Este tipo de contaminación por olores se conoce como contaminación odorífera o contaminación por olores ofensivos y en muchos países ya es objeto de monitorización y control con el fin de regular su impacto odorífero.

¿Cuáles son las sustancias generadoras de olores ofensivos?

Existen variedad de compuestos químicos volátiles generadores de malos olores, pero aquellos que destacan principalmente por resultar molestos son aquellos que contienen azufre, nitrógeno o se incluyen dentro de los compuestos orgánicos volátiles (COVs). Algunos ejemplos son:

  • Sulfuros: Los compuestos de azufre como el sulfuro de hidrógeno (H2S) y el sulfuro de metilo (CH3SH) son conocidos por su olor a huevos podridos o a gas y a menudo se encuentran en lugares donde existen plantas de tratamiento de aguas residuales, vertederos y algunas industrias químicas.
  • Amoniaco y aminas: El amoniaco (NH3) y las aminas son compuestos nitrogenados con un fuerte y desagradable olor y que percibimos principalmente en establos, granjas, industria pesquera y plantas de procesamiento de alimentos.
  • COVs y BTX: compuestos orgánicos volátiles (COVs) como los aldehídos y cetonas y otros como los aromáticos que incluyen el benceno, tolueno y xileno (BTX) son compuestos que se evaporan muy rápidamente provocando olores ofensivos como el conocido “olor a gasolina”.

Principales fuentes de olores industriales

Las plantas industriales pueden generar emisiones de olores ofensivos dependiendo de sus procesos y actividades específicas. Aquellas consideradas como las principales fuentes de contaminación odorífera son:

Tratamiento de aguas residuales

El sulfuro de hidrógeno (H2S) es el compuesto causante de uno de los olores más comunes en las plantas de tratamiento de aguas residuales y, como comentábamos previamente, suele tener un olor similar a huevos podridos. En estas industrias también puede liberarse amoniaco (NH3) con su característico olor.

Industria papelera

En esta industria encontramos que principalmente los compuestos orgánicos volátiles aromáticos como el benceno, tolueno y otros son los causantes del mal olor. Además, como en el tratamiento de aguas residuales, el H2S también puede estar presente.

Industria química

Los compuestos odoríferos causantes de contaminación ambiental en la industria química pueden variar según los procesos concretos que se lleven a cabo, pero principalmente se incluyen los COVs, los mercaptanos o tioles -que son unos compuestos que contienen azufre y pueden tener un olor parecido al de los gases de petróleo- y el dióxido de azufre (SO2), que tiene un olor similar al de una cerilla encendida y que se forma durante la quema de combustibles fósiles que contienen azufre.

Agricultura

En la agricultura, el amoníaco NH3 y las aminas liberadas por la descomposición del estiércol y la aplicación de fertilizantes son los principales causantes de los olores ofensivos.

Limites de emisión de olor máximos

Las regulaciones y límites de emisión de olores ofensivos varían según la jurisdicción y el país, pero por norma general, tienen como objetivo controlar y mitigar los impactos negativos de los olores desagradables.

En España no existe como tal una legislación específica exclusivamente dedicada a la contaminación odorífera y se centra principalmente en la regulación de la calidad del aire y la prevención de la contaminación atmosférica.

Debemos por tanto centrarnos en el ámbito europeo, cuyo paso más significativo hacia la normalización de la olfatormetría fue la introducción en 2003 de la norma europea EN 13725 “Calidad del aire. Determinación de la concentración de olor por olfatometría dinámica”, que trata varios aspectos de la medición, procedimientos, registro de datos y presentación de informes entre otros aspectos.

Además, también podemos encontrar la Ley de Prevención y Control Integrados de la Contaminación (IPPC), una ley que se aplica en la UE y que tiene como principal objetivo la prevención y el control de la contaminación ambiental, incluyendo la contaminación por olores, en las instalaciones industriales.

La IPPC establece un marco regulador integral para garantizar que las actividades industriales no tengan un impacto negativo significativo en el medio ambiente, la salud humana y la calidad del aire.

A través de la IPPC y sus regulaciones asociadas se abordan las emisiones de olores ofensivos mediante mecanismos como la Autorización Integrada de Medio Ambiente (AIA) que establece los requisitos específicos para prevenir y controlar las emisiones de olores en ciertas instalaciones industriales.

Del mismo modo, las instalaciones sujetas a la IPPC deben llevar a cabo una monitorización regular y sistemática de las emisiones de olores de forma objetiva, midiendo la intensidad y la concentración de los olores para asegurarse que cumplan con los límites establecidos.

¿Cómo se miden los olores ofensivos? Medidores de olores para su monitorización y control

Como mencionábamos previamente, la monitorización constante de las emisiones de olores es esencial para garantizar el cumplimiento de las regulaciones ambientales.

En instalaciones donde la monitorización requiere acreditación de tipo, se emplean técnicas de análisis químico basado en  cromatografía de gases acoplada a la espectrometría de masas (GC-MS), una técnica instrumental que permite identificar los compuestos químicos olorosos en una muestra de gases.

A su vez, esta caracterización química permite evaluar la conformidad de las emisiones con los límites reglamentarios de concentración o flujo que fijan las autoridades competentes.

Si nos centramos en los sistemas medidores de olores, existen varios ejemplos que nos pueden ser de utilidad dependiendo de la aplicación concreta:

El dispositivo de monitorización de la calidad del aire exterior Nanoenvi EQ es capaz de medir parámetros como el H2S y los COVs mediante celdas electroquímicas, además de generar alertas cuando los niveles de estos compuestos excedan los límites establecidos con el fin de a tomar acciones correctivas.

Aquellas industrias cuyos requerimientos sean más específicos pueden incluir en sus sistemas de monitorización de emisiones en continuo y procesos (CEMS) instrumentación capaz de monitorizar parámetros como el NH3, H2S, TRS, SO2, BTX, CH4 y demás compuestos orgánicos volátiles como los cromatógrafos de Siemens o de AMA Instruments.

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