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Estudio previo para la implantación de una ZBE

El anteproyecto de Ley del Cambio Climático y Transición Energética ha fijado como objetivo establecer zonas de bajas emisiones (ZBE) en todas aquellas ciudades de más de 50.000 habitantes, lo que implica que se verán afectadas un mínimo de 149 ciudades españolas y el 53% de la población.

El objetivo de estas ZBE es doble: alcanzar una reducción en el uso del vehículo privado y reformar el espacio público para avanzar hacia una movilidad más sostenible, segura y limpia, pero a su vez tendrán un impacto directo tanto en la infraestructura de la ciudad como en la vida diaria de los propios habitantes.

Por este motivo, ¿en qué zona se debe ubicar una ZBE? ¿qué criterios es recomendable tener en cuenta?

La mejor forma de implementar una ZBE es contar con un estudio previo que contemple criterios objetivos basados en las variables que condicionan la habitabilidad urbana y que establezcan el ámbito de aplicación más apropiado de la Zona de Bajas Emisiones.

Estudio previo e implantación de zona de bajas emisiones

¿Dónde crear una ZBE? Criterios a tener en cuenta

El primer paso para determinar el ámbito de aplicación de una ZBE es realizar un estudio previo de las zonas en las que se divide la urbe y el establecimiento o adaptación al plan de movilidad local (PMU).

Para ello se realizará una zonificación en el que quedan reflejadas las diferentes áreas que serán objeto de estudio y se analizarán criterios objetivos como:

  • Características de los tejidos urbanos residenciales que incluyan tanto a la población total como a la vulnerable.
  • Tipología, antigüedad y número total de viviendas.
  • Equipamientos educativos o sanitarios localizados próximos a las vías de tráfico intenso.
  • Equipamientos de hostelería, ocio, oficinas…
  • Zonas verdes
  • Mapa de ruidos
  • Mapa de calidad del aire
  • Atracción de viajes en vehículo que implique congestión viaria.

Índice de la calidad del aire como criterio de zonificación

Si bien los datos de la mayoría de los criterios pueden obtenerse de una forma sencilla (por ejemplo, a través de los planes de movilidad) realizar un mapeo de la calidad de aire resulta una tarea más compleja al estar influenciada por multitud de factores variables en el día a día como el volumen de tráfico, existencia de zonas verdes y peatonales, influencia de condiciones ambiente…

Para ello es preciso seleccionar diversos puntos representativos en los que monitorizar material particulado de diferentes fracciones y múltiples gases contaminantes.

Gráfica estudio previo gases contaminantes

Ejemplo de gráfica de toma de datos de NO, NO2, O3 y SO2

 

Esto se puede hacer mediante estaciones móviles de medida o bien mediante estaciones portátiles de monitorización de la calidad del aire, que se ubicarán en los diferentes puntos elegidos para recoger datos en tiempo real durante el período de la campaña de medida.

Estación portátil de monitorización de la calidad del aire Nanoenvi EQ

 

Una vez realizada la toma de datos, se valorará la calidad del aire empleando un índice objetivo, como es el Índice de Calidad del Aire ICA.

El ICA define 6 categorías de calidad del aire: buena, razonablemente buena, regular, desfavorable, muy desfavorable, extremadamente desfavorable.

A cada punto de monitorización se le asigna la peor categoría en términos de calidad del aire de cualquiera de los contaminantes que se tienen en consideración para su estimación. Aunque el Real Decreto exige específicamente la monitorización de NO2 y partículas en las ZBE, es conveniente considerar los contaminantes asociados al tráfico rodado para el cálculo del índice, es decir:

  • Partículas en suspensión (PM10)
  • Partículas en suspensión (PM2,5)
  • Ozono troposférico (O3)
  • Dióxido de nitrógeno (NO2)
  • Dióxido de azufre (SO2)

Según la normativa vigente, el índice de calidad del aire se calcula de acuerdo con el siguiente promedio temporal:

  • Para el NO2 y SO2: Se utiliza la concentración media de la última hora.
  • Para el O3: Se utiliza la media móvil de las concentraciones de las últimas 8 horas.
  • Para PM10 y PM2,5 se utiliza la media móvil de las concentraciones de las últimas 24 horas.

ICA

A partir de aquí se calcula el ICA en cada punto de muestreo en base a las concentraciones medias de NO2, O3, SO2, PM2,5 y PM10 y se determina el índice de calidad del aire representativo para cada zona.

Planteamiento de implantación de la zona de bajas emisiones

Una vez obtenidas las puntuaciones de cada uno de los criterios para cada una de las zonas, se realizará un análisis multivariable en el que se marcarán aquellas que tengan una puntuación igual o superior a 3, indicando de esta forma aquellas que por criterios objetivos reúnen las condiciones óptimas para establecer una ZBE.

Como análisis final y de cara a que la implantación de la ZBE sea acertada y cuente con seguridad jurídica además de aceptación entre la ciudadanía, es importante hacer un análisis DAFO de las zonas propuestas y valorar, por ejemplo, el grado de afectación al residente, las subvenciones existentes, el impacto ambiental o la aceptación social.

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