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Exposición y medidas de prevención a agentes biológicos en el trabajo

Publicado en 21 marzo, 2024

Calidad de aire en interior,

Son numerosos los entornos laborales expuestos a agentes biológicos: desde hospitales, laboratorios, depuradoras hasta industrias textiles, de procesamiento de alimentos o madereras en los que existen una amplia gama de microorganismos que suponen un riesgo para la salud de los trabajadores.

Por este motivo es importante conocer cuáles son los principales agentes biológicos y que riesgos y vías de exposición existen, así como las diferentes soluciones de prevención.

¿Qué son los agentes biológicos? Principales vías de exposición

De acuerdo con el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), los agentes biológicos engloban numerosos microorganismos entre los que se encuentran virus, bacterias y hongos, además de aquellos microorganismos genéticamente modificados (endoparásitos humanos como protozoos y helmintos) y cultivos celulares.

Los riesgos asociados con la exposición a agentes biológicos en el trabajo pueden variar significativamente según el tipo de agente, el entorno laboral y las prácticas de trabajo específicas, existiendo diferentes vías de exposición.

Vía respiratoria

Una de las principales causas de riesgo de exposición a agentes biológicos es la inhalación de microorganismos por vía respiratoria.

El término “bioaerosol” es el utilizado para describir el conjunto de materia particulada de origen biológico (vegetal, animal o microbiológico) suspendida en el aire, y a este término se hace referencia al hablar de agentes biológicos y productos de origen biológico aerotransportados cuya vía de penetración al organismo es la inhalatoria.

Según la definición de la American Conference of Governmental Industrial Hygienists ACGIH, un bioaerosol puede comprender microorganismos patógenos y no patógenos, fragmentos y estructuras de los microorganismos y sustancias tóxicas y alérgicas.

Buena parte de las enfermedades respiratorias se desarrollan a través de mecanismos de inflamación de las vías respiratorias causada por exposiciones específicas a toxinas, alérgenos o a otros agentes que favorecen el proceso inflamatorio.

Vías cutánea y oral

El contacto directo de la piel con superficies contaminadas por microorganismos o la ingestión de alimentos, agua o material contaminado también son fuentes de exposición  y, aunque menos frecuentes, es importante también tenerlas en cuenta a la hora de tomar medidas de prevención.

EPI protección agentes biológicos

La importancia de las partículas, la humedad y la temperatura ante la presencia de agentes biológicos en ambientes interiores

Los agentes biológicos se propagan principalmente a través del aire en forma de aerosoles, gotículas respiratorias y partículas suspendidas, que les sirven de medio de transporte y cuyo riesgo de contagio aumentará con la concentración en el aire, la duración de la exposición y las prácticas de higiene y control implementadas.

La temperatura afecta directamente a la supervivencia y crecimiento de los microorganismos, así como a su velocidad de reproducción; muchas bacterias patógenas prosperan en temperaturas cálidas, que a su vez fomentan un aumento de su velocidad de reproducción y transmisión.

Por otro lado, la humedad relativa del aire influye en la capacidad de los agentes biológicos para dispersarse en forma de aerosoles, puesto que en condiciones de alta humedad los bioaerosoles permanecen estables en el aire durante más tiempo, lo que aumenta la probabilidad de inhalación y propagación de los microorganismos.

Además, la humedad es un factor crítico para el crecimiento de hongos y moho al proporcionar condiciones óptimas para su proliferación.

Es por este motivo queda claro que la calidad del aire interior juega un papel crucial en la prevención de la propagación de agentes biológicos.

Medidas básicas de prevención de agentes biológicos

Una buena medida para controlar la exposición a estos agentes -además por supuesto de emplear los equipos de protección individual (EPI) adecuados– es medir la calidad del aire interior como indicador de riesgo de contagio, teniendo en especial consideración la monitorización de material particulado, la temperatura y la humedad.

Una monitorización regular de la calidad del aire es fundamental para evaluar y mitigar los riesgos biológicos en el lugar de trabajo.

De esta forma no sólo es posible identificar cuándo el ambiente laboral presenta un mayor riesgo a exposición de agentes biológicos por contar con las condiciones de temperatura, humedad relativa y concentración de material particulado adecuadas, sino que además ayudará a definir estrategias de ventilación que favorezcan la eliminación de microorganismos de forma eficiente.

En este aspecto, los equipos de calidad del aire interior como Nanoenvi IAQ permiten la detección y aviso mediante alertas de las condiciones de riesgo de exposición a agentes biológicos en un equipo ligero y compacto de fácil manejo y que no requiere instalación.

Trabajos con exposición a agentes biológicos

 

Cuenta además con una plataforma de visualización de datos que permite a su vez la creación de alertas personalizadas cuando alguno de los parámetros supere el umbral previamente establecido, con el fin de tomar las medidas adecuadas.

En conclusión, el uso de monitores de calidad de aire es una herramienta efectiva en el control a la exposición de agentes biológicos en el trabajo.

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