Aunque el término “smart city” lleva empleándose más de 20 años, no existe una definición consensuada acerca de qué es una smart city o ciudad inteligente.
Usado con mayor o menor acierto, se ha convertido en un término de moda en boca de miles de personas pertenecientes a todo tipo de ámbitos profesionales, administrativos o políticos, quienes ponen un especial énfasis en los aspectos tecnológicos que acompañan a este tipo de metrópolis (o territorios inteligentes, pequeños núcleos rurales e, incluso, espacios naturales, ya que el desarrollo inteligente es aplicable a múltiples escenarios).
Pero la smart city es algo más que tecnología.
Buceando en las definiciones de smart city
Se podría decir que casi cada persona vinculada a este ámbito ha generado su propia definición de smart city en función de su trayectoria profesional y sus intereses.
No obstante, hay una serie de descripciones más o menos estandarizadas formuladas por diversos organismos y entidades que, en cierta forma, integran las miles de acepciones personales existentes (GICI, 2015):
- Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI): «Son ciudades inteligentes aquellas que disponen de un sistema de innovación y de trabajo en red para dotar a las ciudades de un modelo de mejora de la eficiencia económica y política permitiendo el desarrollo social, cultural y urbano».
- AENOR: «Ciudad inteligente (smart city) es la visión holística de una ciudad que aplica las TIC para la mejora de la calidad de vida y la accesibilidad de sus habitantes y asegura un desarrollo sostenible económico, social y ambiental en mejora permanente».
- European Innovation Partnership on Smart Cities and Communities: «Las ciudades inteligentes deben considerarse como sistemas de personas que interactúan y utilizan flujos de energía, materiales, servicios y financiamiento para catalizar el desarrollo económico sostenible, la capacidad de recuperación y la alta calidad de vida».
- GICI: «Ciudad inteligente es aquella que mediante la incorporación de tecnologías, procesos y servicios innovadores garantiza su sostenibilidad energética, medioambiental, económica y social, para mejorar la calidad de vida de las personas y favorecer la actividad empresarial y laboral».
Tomando como punto de partida estas definiciones en su totalidad (en el listado solo se incluye la parte más relevante), se puede obtener una nube de palabras que permite observar cuáles son los términos o temas que más se repiten y en torno a los que gira el concepto de smart city.
Fuente: Elaboración propia basada en GICI 2015
Como se puede comprobar, vocablos tales como “sostenibilidad”, “personas” o “interacción” ocupan un lugar destacado.
Componentes o características de una ciudad inteligente
Tal y como afirma el Observatorio Tecnológico de la Energía (2012), una ciudad inteligente o smart city es, en esencia, un «sistema de sistemas». En su composición y según Manville et al. (2014) se pueden distinguir hasta 6 áreas o características sobre las que se puede actuar.
Gobernanza inteligente o smart governance
Se entiende por gobernanza inteligente el modelo o las reglas de juego, en palabras de Jimenez-Gomez (2013), que determinan los servicios e interacciones entre los diferentes actores y espacios necesarios para que la ciudad funcione de forma eficiente y eficaz.
Se trata de una labor que se lleva a cabo a través de un uso intensivo e inteligente de las TIC y el gobierno electrónico, permitiendo así la transparencia y la apertura de datos y la participación en la toma de decisiones o en la creación de servicios.
Economía inteligente o smart economy
La economía inteligente hace referencia a la intersección entre economía y ciudad inteligente, un espacio en el que las TIC posibilitan el comercio electrónico, el aumento de la productividad y la fabricación y prestación de servicios avanzados.
Vinod Kumar & Dahiya (2016) señalan los atributos que requiere una economía inteligente, pudiendo destacar los siguientes:
- El peso que muestra la innovación y la investigación de vanguardia liderada por las universidades.
- El impulso que se da a la creatividad y las nuevas ideas.
- Las oportunidades económicas que ofrece a la ciudadanía.
- El esfuerzo constante por manejar de manera sostenible los recursos naturales y la comprensión de que sin estos, la economía no funciona.
Movilidad inteligente o smart mobility
La movilidad inteligente, clave en la reducción de las emisiones, como ya se ha hecho constar en algún artículo del presente blog, se caracteriza por procurar una gestión de los sistemas de transporte y logística apoyada en la tecnología. También pone un especial énfasis sobre la persona, a la que se proporcionan medios de desplazamiento no motorizados.
Medioambiente inteligente o smart environment
El medioambiente inteligente es el ámbito en el que la preservación del patrimonio natural y los recursos adquieren una especial significancia. La conservación de estos valores se apoya, por ejemplo, sobre tecnologías capaces de
- Supervisar la calidad del aire con soluciones como las redes de calidad del aire, las redes de sensores o monitorización embarcada que ENVIRA instala y pone en funcionamiento.
- Gestionar los recursos hídricos de forma eficiente, pudiendo emplear para esta tarea dispositivos que disponen sensores de humedad.
- Monitorizar los niveles de ruido de forma que se puede conciliar descanso y ocio o actividad comercial y empresarial.
Personas inteligentes o smart people
Considerado por Vinod Kumar & Dahiya (2016) el área más importante de una smart city, se entiende por personas inteligentes todos los aspectos relacionados con la educación, la adquisición de nuevas capacidades profesionales vinculadas a las TIC, los recursos humanos, la mejora de la creatividad y el fomento de la innovación.
Vida inteligente o smart living
El concepto o área smart living está relacionado con el estilo de vida, el comportamiento y el consumo que permite la tecnología. También se vincula con el desarrollo de una vida sana y segura en un entorno que ofrece múltiples alternativas culturales y vivienda asequible. Así, el uso de términos como cohesión y capital social es habitual en este ámbito de actuación.
Por tanto y volviendo a la pregunta que sirve de título a este artículo, qué es una smart city, queda claro que tiene que ser algo más que un cúmulo de tecnología. Una ciudad inteligente debe aspirar a gestionar sus recursos de forma eficiente, a reducir su huella ambiental y a impulsar la innovación. Pero sobre todo debe buscar la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía. Porque las ciudades son justamente eso: personas.
Referencias:
– GICI. (2015). Smart cities. Documento de visión a 2030. Grupo Interplataformas de Ciudades Inteligentes. http://www.futured.es/wp-content/uploads/2016/11/GICI-esp.pdf
– Jimenez-Gomez, Carlos. (2013). Smart Governance: una aproximación al concepto de gobernanza inteligente. Revista Perspectiva. Dossier. 44-46. https://www.researchgate.net/publication/259849920_Smart_Governance_una_aproximacion_al_concepto_de_gobernanza_inteligente
– Manville, C., Cochrane, G., Cave, J., Millard, J., Pederson, J., & Thaarup, R. et al. (2014). Mapping smart cities in the EU. Brussels: European Parliament. Directorate-General for Internal Policies, Policy Department A: Economic and Scientific Policy. http://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/etudes/join/2014/507480/IPOL-ITRE_ET(2014)507480_EN.pdf
– Observatorio Tecnológico de la Energía (2012). Mapa Tecnológico «Ciudades Inteligentes». Madrid: Ministerio de Industria Turismo y Comercio; IDAE https://www.idae.es/uploads/documentos/documentos_Borrador_Smart_Cities_18_Abril_2012_b97f8b15.pdf
– Vinod Kumar, T., & Dahiya, B. (2016). Smart economy in smart cities. Smart Economy In Smart Cities, 3-76. doi: http://doi.org/c7xs
