La renovación de aire en oficinas es fundamental para asegurar una buena calidad de aire interior (CAI) en el entorno laboral.
Dolores de cabeza, pérdidas de concentración, congestión, bajada de productividad… ¿no resultaría interesante saber de forma preventiva cuándo y cuánto hay que ventilar para mejorar la calidad del aire que respiramos?
¿Qué significa renovar el aire?
Uno de los principales fines de la ventilación es la renovación del aire interior. Esto significa extraer el aire interior viciado o de mala calidad y sustituirlo por aire nuevo procedente del exterior.
Esto se hace para eliminar los contaminantes que hayan podido acumularse en el aire como ya explicábamos en este artículo y, hablando concretamente de la calidad del aire en oficinas, debemos tener en cuenta que por su casuística, se genera más volumen de CO2 y humedad al coexistir un elevado número de personas en un mismo espacio.
Además, los materiales de construcción del edificio, mobiliario, productos de limpieza o las máquinas de imprenta, fotocopias, algunos tipos de plástico son unas de las mayores fuentes de contaminantes.
Incluso el propio entorno donde se encuentre ubicada la oficina hace que puedan existir concentraciones elevadas de compuestos orgánicos volátiles (empresas de pinturas, barnices, madereras, industrias siderúrgicas, cosméticas, farmacéuticas…) y material particulado (carga y descarga de mercancía, tráfico de vehículos etc.).
Métodos de renovación de aire
A grandes rasgos, podemos clasificar los tipos de ventilación en:
- Ventilación natural: un tipo de ventilación donde no se utilizan elementos mecánicos y la circulación y renovación del aire se realiza de manera natural (p. ej., ventanas).
- Ventilación forzada o mecánica. En ellos la extracción de aire se realiza mediante maquinaria, y puede ser:
- Ventilación mecánica controlada
- Ventilación mecánica regulada higrométricamente
- Ventilación controlada de doble flujo.
Sabemos también que la calidad del aire interior depende directamente de la calidad del aire exterior, puesto que la renovación se hará aportando aire de fuera.
Es importante mencionar que el nivel óptimo de calidad de aire en el interior de oficinas en España viene regulado por normativas como el Código Técnico de la Edificación (CTE) con su Documento Básico CTE DB HS3 – Habitabilidad y Salubridad – Calidad del Aire interior y el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE).
¿Cuándo y cómo mejorar la calidad del aire interior de una oficina?
Sabiendo los efectos negativos que provoca en las personas estar respirando aire de mala calidad, resulta muy interesante conocer a priori cuándo es necesario ventilar para hacerlo de forma preventiva.
Por eso, lo más importante a la hora de valorar si es el momento de renovar el aire en la oficina es conocer la calidad del mismo.
Para ello es imprescindible poder medir la calidad del aire en el interior, controlando y monitorizando los parámetros que influyen directamente en la calidad del mismo: CO, CO2, Material particulado, COVs, Temperatura, Humedad Relativa y Presión Atmosférica.
Emplear un dispositivo de medición de la calidad del aire interior nos ayuda a conocer el momento preciso para realizar la renovación del aire interior y durante cuánto tiempo, es decir, hasta que los valores medidos vuelvan a encontrarse dentro del rango adecuado.
Contar con un medidor CAI resulta un sistema fácil, rápido y efectivo: un sencillo aviso que indica que alguno de los parámetros medidos se ha desviado de los valores óptimos basta para saber que es momento de ventilar.
¿Y si el aire exterior está contaminado?
Puede ocurrir que, en un determinado momento, el aire exterior presente altos niveles de contaminantes como polvo, alérgenos como el polen y otras partículas PM10 y PM 2.5 y sea entonces el momento de cerrar la ventana o de emplear la ventilación mecánica con filtración.
Saberlo a ciencia cierta sin contar con un dispositivo de monitorización de la calidad del aire es muy complicado, por lo que es preferible disponer de una herramienta que nos permita identificar la situación de manera efectiva y alerte en caso de necesidad.
Conclusión: La monitorización de la calidad del aire interior como herramienta preventiva en la renovación de aire en oficinas.
Tanto para controlar que la renovación de aire en oficinas se está realizando correctamente como para saber cuándo es necesario ventilar y durante cuánto tiempo, los dispositivos de medición de la calidad del aire interior resultan una herramienta fundamental.
Monitorizar los parámetros que influyen en la calidad del aire interior (CAI) es la forma empírica de controlar que las personas que se encuentran dentro de una oficina están respirando aire limpio y en caso de no ser así, tomar las medidas correctivas precisas de forma preventiva.
