La industria vinícola, y más concretamente sus procesos de fermentación y almacenamiento, presenta diversos riesgos para la salud de los trabajadores debido a la generación de gases y vapores nocivos; por ello, una correcta monitorización del “tufo del vino” es crucial para preservar la salud de quienes trabajan en este entorno.
¿Qué es el “Tufo del Vino”?
El “tufo del vino” es como conoce en la industria vinícola al gas que se produce de forma natural durante el proceso de la fermentación alcohólica en el cual los azúcares de la uva, en presencia de levaduras, se transforman en alcohol etílico (etanol), generando grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2 o anhídrido carbónico).
Este último gas es muy necesario en enología ya que ayuda a controlar los niveles de oxígeno, protege el líquido y es responsable, en buena medida, de la maceración carbónica del caldo.
No obstante, no todo es positivo y la principal amenaza es que el dióxido de carbono es un gas inodoro, incoloro y prácticamente imperceptible que puede resultar mortal liberado en grandes cantidades.
¿En qué consiste la intoxicación por vapores del vino?
Como mencionábamos previamente, el anhídrido carbónico en sí mismo no es tóxico, pero sí lo es en altas concentraciones y el etanol, un compuesto orgánico volátil (COV), inhalado en altas cantidades puede provocar irritación en las vías respiratorias y tener efectos depresores del sistema nervioso central.
Uno de los principales peligros asociados al CO2 es que éste se hunde hasta el fondo del depósito o recinto confinado, desplazando al oxígeno (O2) y quedando “atrapado” en las zonas más bajas y de escasa ventilación.
De esta forma, cuando un trabajador inhala altas cantidades de CO2 puede padecer mareos, pérdida de conciencia e incluso la muerte por asfixia en pocos minutos.
De hecho y desafortunadamente, no es la primera vez que fallece algún trabajador de una bodega como resultado de un accidente laboral por la intoxicación del tufo del vino.
La importancia del monitoreo de CO2 en bodegas
La monitorización del CO2 y otros gases nocivos como los COVs que componen el “tufo del vino” es fundamental para garantizar un ambiente de trabajo seguro para los trabajadores de las bodegas y otras industrias de bebidas alcohólicas.
La acumulación de CO2 puede ocurrir rápidamente en zonas mal ventiladas, representando un grave riesgo para la salud, siendo las cubas o tanques de almacenamiento, salas de fermentación, barricas y salas de embotellado las áreas de principal preocupación dentro de las bodegas.
Un ejemplo de la peligrosidad por intoxicación de gases nocivos en espacios confinados se produce durante el “descubado del depósito”, es decir, la retirada de la pasta u orujo del interior de los depósitos de acero inoxidable una vez finalizado el proceso de fermentación.
Esta tarea consiste en la retirada manual de los hollejos y pepitas empapados en vino que quedan en el interior del depósito -que es habitualmente un espacio confinado- y durante la cual los trabajadores están expuestos a los agentes químicos presentes.
Para proteger su salud es básico cumplir con las normativas de seguridad por lo que el monitoreo del CO2 en bodegas se convierte en una medida preventiva fundamental.
En la práctica existen monitores de CO2 que permiten conocer la calidad del aire interior y controlar de manera gráfica y en tiempo real los valores de dióxido de carbono y los compuestos orgánicos volátiles. De esta forma se pueden generar alertas en el momento en el que la concentración de alguno de ellos supere el valor límite establecido, avisando a los responsables para poner en marcha los sistemas de ventilación adecuados.
Nanoenvi IAQ, el monitor de CO2 más preciso
Nanoenvi IAQ es un dispositivo basado en la tecnología IoT capaz de monitorizar hasta 7 parámetros de calidad del aire en tiempo real y generar alertas personalizadas cuando la concentración de un contaminante supere el umbral establecido.
Su tamaño compacto y ligero hacen que este monitor portátil de CO2 pueda desplazarse fácilmente y además no precisa de ningún tipo de instalación. 
En relación a la medición del CO2, Nanoenvi IAQ fue galardonado por Airparif como “una solución muy completa en el ámbito de las aplicaciones de calidad del aire en interiores y el sensor con las mejores prestaciones para las mediciones de CO2”.
Nanoenvi IAQ es, por tanto, la mejor solución para quienes busquen monitorizar el “tufo del vino”.
