Ventilar la casa es una de las actividades más simples y efectivas que se pueden llevar a cabo para renovar el aire.
Muchas personas desconocen que la calidad del aire en estancias tales como la cocina de cualquier hogar puede superar las concentraciones de emisiones contaminantes que se alcanzan en el exterior, como se explica en este artículo sobre contaminación doméstica publicado en el presente blog, Por tanto y además de ventilar, apostar por sistemas de monitorización de la calidad del aire interior como Nanoenvi IAQ de ENVIRA es sinónimo de salud y confort. Gracias a sus sensores, mantiene informados a los y las ocupantes de la estancia sobre los distintos parámetros ambientales que condicionan cómo es una atmósfera interior.
¿Por qué es tan importante la ventilación de una casa?
Ventilar una casa, básicamente, consiste en reemplazar el aire viciado o húmedo del interior por aire fresco del exterior. Es una actividad esencial que, entre otros beneficios, permite:
➢ Evitar la acumulación de niveles excesivos de humedad, un problema que puede generar problemas de salud a consecuencia del moho.
➢ Renovar el aire de las estancias en las que se quema combustible (por ejemplo, las estufas de leña).
➢ Eliminar el olor que surge en las cocinas durante la preparación de los alimentos.
➢ Limpiar la atmósfera de alérgenos e irritantes tales como el humo del tabaco.
Los efectos de no acometer esta tarea de forma diaria tienen un impacto directo sobre la salud de las personas, como demuestran numerosos estudios médicos. De hecho, especialistas en neumología como José María Ignacio García no dudan en afirmar que una ventilación incorrecta «se correlaciona con el aumento en la morbilidad – cantidad de personas que enferman en un lugar – y en la mortalidad de pacientes con patología respiratoria crónica, aumentan las incidencias de neumonías, otras infecciones pulmonares y el cáncer de pulmón se agrava con la concentración de partículas nocivas detectadas en el interior de los domicilios” (1).
De igual forma, algunos estudios asocian una mala calidad del aire (la exposición a concentraciones elevadas de CO2, en concreto) con la disminución de habilidades cognitivas tales como la toma de decisiones o la resolución de problemas. No obstante, ciertas investigaciones sugieren que la correlación depende en gran medida de la complejidad de la tarea, no habiéndose detectado cambios apreciables, por ejemplo, cuando la labor a desarrollar era la corrección de un texto (2).
Consejos para ventilar un hogar de forma correcta
Como se ha explicado en párrafos anteriores, la calidad del aire interior de un hogar puede ser peor que la existente en un espacio al aire libre. De hecho, experimentos llevados a cabo en Reino Unido entre abril y mayo de 2019 con cuatro familias diferentes constataron que el nivel de partículas ultrafinas (PM0.1) medidas en un período de 24 horas era, en promedio, 3,5 veces más altos dentro que fuera, llegando a un máximo de 560 veces la contaminación atmosférica exterior (3).
Por tanto y para poner remedio a esta situación y evitar los efectos sobre la salud comentados, este epígrafe desarrolla algunos consejos y recomendaciones para ventilar la casa de forma efectiva y segura.
Ventilar, una cuestión de tiempo
El tiempo de ventilación necesario para las diferentes estancias de una casa varía, por ejemplo, en función del tamaño de la habitación. No obstante, el consejo es ventilar cada estancia de 10 minutos a 1 hora o 10 minutos 3 o 4 veces a lo largo del día.
La actividad desarrollada, determinante
Las necesidades de ventilación de un hogar están también determinadas por las actividades que se desarrollan en su interior. Limpiar, cocinar o secar la ropa en interiores son actividades que rebajan la calidad del aire, así que los requerimientos de aire fresco van a ser diferentes a los precisados por una habitación desocupada o en la que no registra actividad alguna.
Calidad del aire en el exterior
No cabe duda de que parte de la contaminación interior de un hogar procede del exterior, así que también conviene prestar atención a las condiciones existentes en la calle. Si la vivienda se localiza, por ejemplo, en zonas con altas concentraciones de polvo en suspensión o áreas que experimentan climas extremos, quizás sea indicado optar por un sistema de ventilación mecanizado adaptado a las necesidades específicas de la casa en detrimento de la ventilación natural.
Asimismo, si la vivienda está localizada en una zona sometida a inversiones térmicas que tienden a atrapar la contaminación en el fondo de los valles, es preferible esperar hasta media mañana para ventilar la casa en lugar de abrir las ventanas a primera hora, que suele ser la norma habitual.
Minimizar las fuentes que generan contaminación interior, una decisión fundamental
Siempre que sea posible, es necesario decantarse por muebles o elementos decorativos (revestimientos, pinturas, etc.) con bajas emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COVs). Esta medida también es extensible a los productos de limpieza o los de aseo personal. De igual forma, los sistemas de calefacción empleados son clave, siendo las estufas de leña o chimeneas las que mayores problemas pueden originar.
Instalar la solución de monitorización Nanoenvi IAQ de ENVIRA
Tal y como argumenta el diario The Irish Times en sendos artículos dedicados a la calidad del aire interior (2, 4), sin la presencia de un sensor encargado de medir la concentración de CO2, uno de los gases que se usa de forma habitual como indicador, es complicado saber si se está alcanzado un límite preocupante. La inversión en este tipo de dispositivos, aunque de inicio pueda resultar elevada, se amortiza con el tiempo, ya que permiten equilibrar las necesidades de ventilación sin dejar de lado la eficiencia energética, reduciendo las pérdidas de calor o frío que puede ocasionar la ventilación.
La calidad del aire interior en los hogares es, por tanto, un aspecto a considerar cuando se ponen en valor salud o confort. Ventilar un hogar es una forma sencilla de corregir posibles problemas e incrementar la sensación de comodidad. Y aunque el cuerpo humano es una fabulosa máquina de percepción y es capaz de reconocer cuándo es necesario ventilar una estancia, en ocasiones puede ser indicado recurrir a dispositivos IoT como los que ofrece ENVIRA para optimizar el proceso.
Referencias:
– (1) Suárez, M. (2018). Lo decía tu madre: “Hay que ventilar la casa”, ahora lo dicen los médicos. https://elpais.com/elpais/2018/07/17/icon/1531831976_182978.html
– (2) Greenwood, V. (2019). A breath of stale air: how a stuffy room can affect our brain power. https://www.irishtimes.com/life-and-style/health-family/a-breath-of-stale-air-how-a-stuffy-room-can-affect-our-brain-power-1.3883813
– (3) Barrett, T. (2019). UK homes ‘toxic boxes’ due to indoor air pollution. https://airqualitynews.com/2019/05/15/uk-homes-toxic-boxes-due-to-indoor-air-pollution/
– (4) Moran, K. (2016). Sort it: Poor ventilation can have serious health consequences. https://www.irishtimes.com/life-and-style/homes-and-property/interiors/sort-it-poor-ventilation-can-have-serious-health-consequences-1.2829959