La humedad es la cantidad de agua almacenada en los intersticios o grietas de un sustrato. Pero, ¿de qué forma influye medir la humedad del suelo para su rentabilidad? Se trata de una variable fundamental en el sector agrícola, por ejemplo, ya que esta agua sirve como disolvente para el transporte de los nutrientes que las plantas precisan para crecer. Pero también contribuye a regular la temperatura del suelo, favoreciendo de igual forma el desarrollo de microorganismos beneficiosos para los cultivos, como los encargados de fijar el nitrógeno.
No obstante, para determinar si su cantidad es la idónea y decidir si es necesario un aporte extra a través del riego es recomendable apoyarse en sistemas de monitorización precisos. La información que transmite el sentido del tacto al contacto con la tierra es un método aceptado y comprobado, pero requiere de experiencia para obtener resultados válidos (Martin, 2017).
¿Cómo se puede medir la humedad del suelo?
Las técnicas utilizadas para medir la cantidad de agua existente en un suelo se pueden clasificar en:
- Directas, que engloban los procedimientos basados en pesar una muestra de tierra antes y después de su paso por un horno de secado.
- Indirectas, que consisten en la estimación de la humedad del suelo mediante una relación calibrada con alguna otra variable medible.
Elaboración propia. Fuentes: Muñoz-Carpena (2018) y Panuska, Sanford & Newenhouse (2015)
¿Qué método es mejor? Las técnicas incluidas en el grupo de los métodos directos, por ejemplo, ofrecen una gran exactitud y son asequibles, pero conllevan la destrucción del suelo y su ejecución lleva mucho tiempo, lo que en la práctica hace inviable su uso en campo. Por lo tanto, en actividades agrícolas, mantenimiento de campos de golf, jardines, zonas de ocio, etc., se suelen emplear los métodos indirectos.
¿Qué método indirecto para conocer la humedad del suelo es más conveniente?
Como se puede observar en la imagen anterior, los dispositivos más comunes para medir la humedad del suelo de forma indirecta son:
- Sensores volumétricos, que miden la cantidad de agua existente a la profundidad a la que se colocan. El sistema más común es la monitorización de la constante dieléctrica, que es la capacidad que tiene el suelo para transmitir electricidad. Ésta aumenta cuanto mayor es el contenido de agua. Aunque estos sensores están precalibrados para usarse en una amplia gama de tipos de suelo, se recomienda hacer una calibración in situ en terrenos de textura gruesa (arena) y suelos con altos contenidos de sal. Destacan por su exactitud, alterando el suelo de forma mínima. ENVIRA desarrolla dispositivos que incluyen sensores volumétricos que monitorizan la humedad del suelo para proyectos de agricultura de precisión en los que se busca el bienestar de los cultivos con la medición de variables ambientales.
- Tensiómetros, que miden la intensidad de la fuerza con la que el suelo retiene el agua o, lo que es lo mismo, la cantidad de agua que la planta tiene a su disposición con un esfuerzo mínimo. Este sistema se basa en el entierro del dispositivo hasta la zona radicular de las plantas, proceso en el que debe evitarse crear un agujero de mayor diámetro que el tensiómetro para evitar que ese espacio libre proporcione lecturas falsas. Por lo tanto y dependiendo de la condiciones del suelo, en ocasiones será suficiente con empujar el dispositivo hasta la profundidad deseada y en otros casos será preciso perforar un agujero previo.
- Sensores de estado sólido, también conocidos como bloques de yeso, que consisten en dos electrodos incrustados en un bloque de material poroso, generalmente yeso, y conectados a un cable que transmite la información a un medidor portátil. Aunque son simples y asequibles, su tiempo de reacción es lento y las lecturas que ofrecen cambian con el tiempo a medida que el bloque de yeso se disuelve.
La elección de cualquiera de los tres métodos señalados va a depender, no obstante y como se ha dejado entrever en los párrafos anteriores, de varios parámetros:
- Textura del suelo. Si la textura es fina, el agua queda retenida de manera muy fuerte, dificultando la monitorización a través de tensiómetros.
- Frecuencia de monitorización deseada, ya que los tiempos de respuesta entre los distintos dispositivos varían.
- Propiedades físicas del suelo, variable que puede condicionar el empleo de equipos que precisan un buen contacto entre el suelo y el instrumento.
- Mantenimiento de los aparatos, aspecto condicionado por el tipo de suelo y las condiciones hidrológicas.
¿Por qué es recomendable medir la humedad del suelo?
La Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) People4Soil, en la que participan más de 400 asociaciones, grupos ecologistas o centros de investigación, lo deja claro: el uso eficiente del agua, un uso reducido de pesticidas y una mejora de la salud del suelo pueden conducir a un aumento medio del rendimiento de los cultivos del 79 %.
Y es justamente a través de la monitorización de la humedad del suelo cuando se consigue alcanzar un uso responsable del agua. Conocer en todo momento si un terreno o cultivo necesita de un aporte extra de agua permite hacer que el riego sea mucho más eficiente, evitando consumos inútiles de este escaso recurso natural.
Pero como ya se apuntaba brevemente en la introducción, la humedad del suelo también contribuye en el crecimiento y desarrollo de los microorganismos que intervienen en la transformación de la planta, su diversidad y la actividad de las enzimas del suelo. Así, se ha demostrado que tanto los suelos muy secos como los muy húmedos crean condiciones desfavorables que conducen a una disminución en la biomasa de microorganismos (Borowik & Wyszkowska, 2016).
En definitiva y tal y como recoge la web Cosmos-UK, «medir la humedad del suelo y desarrollar el conocimiento de cómo varía según el lugar y el tiempo es fundamental para comprender mejor las condiciones futuras» que impondrán fenómenos como el cambio climático.
Referencias
- Panuska, J., Sanford, S., & Newenhouse, A. (2015). Methods to monitor soil moisture. Department of Biological Systems Engineering, College of Agricultural and Life Sciences, University of Wisconsin-Madison, and University of Wisconsin–Extension, Cooperative Extension. https://fyi.extension.wisc.edu/cropirrigation/files/2015/03/Methods.to_.Monitor.Soil_.Moisture.pdf
- Muñoz-Carpena, R. (2018. Año de publicación del artículo original 2004). BUL343/AE266: Field devices for monitoring soil water content. University of Florida, IFAS Extension. http://edis.ifas.ufl.edu/ae266
- Martin, E. (2017). Métodos para medir la humedad del suelo para la programación del riego ¿Cuándo?. University of Arizona. College of Agriculture & Life Sciences. https://extension.arizona.edu/sites/extension.arizona.edu/files/pubs/az1220s-2017_0.pdf
- Borowik, A., & Wyszkowska, J. (2016). Soil moisture as a factor affecting the microbiological and biochemical activity of soil. Plant, Soil And Environment, 62 (No. 6), 250-255. doi: http://doi.org/f84wh7