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Los montes castellano-leoneses ofrecen una extraordinaria diversidad de recursos, además de servicios, con mercados insuficientemente desarrollados. Existen recursos, como la castaña o el piñón, cuya demanda supera con creces a la oferta existente, de manera que los desarrollos en la capacidad de producción permitirían de manera inmediata un salto en los niveles de actividad. En otros casos, los recursos forestales autóctonos pueden sustituir materiales de importación cuyos precios en los mercados internacionales se están disparando por el aumento de la demanda internacional, como ocurre en el caso de la resina y de la biomasa utilizada como combustible alternativo al fósil. Y en otros casos, como el de la madera en general, existen indudables ventajas de tipo ambiental y confortabilidad sobre materiales como el hormigón, el plástico o el acero, que permitirían sustituciones o incrementos de demanda bien valoradas por la sociedad.
Los análisis disponibles indican que los recursos forestales en Castilla y León están insuficientemente aprovechados, con tasas de extracción moderadas, y es razonable pensar que los mercados de productos primarios o derivados podrían ser objeto de un grado de aprovechamiento superior, así como de manejos más eficientes y de más valor añadido, todo ello dentro de la necesaria garantía de conservación. Esto permitiría incrementar la actividad económica en torno a los bosques, generar empleo directo e indirecto y mejorar la gestión forestal, y todo ello sin menoscabo de las funciones ambientales y sociales de los bosques. Éstas, en todo caso, deben de seguir siendo consideradas prioritarias, y a su conservación supeditarse cualquier aprovechamiento de los recursos forestales, en aras a su sostenibilidad.
El Programa de Movilización de los recursos forestales en Castilla y León se centra en la movilización de la madera y biomasa y en otros recursos no maderables, con particular atención al piñón, la castaña, la resina y las setas. Se ha considerado conveniente diferenciar la biomasa del resto de la madera, pues se trata de un recurso maderero pero no maderable, que incluye las leñas tradicionales, cuyas grandes posibilidades ya han sido puestas de manifiesto en el Plan de Bioenergía de Castilla y León.
Para la articulación del plan de trabajo se ha considerado una selección de las cinco medidas más relevantes en cada ámbito productivo (50 en total), a las que se suman otras cinco que por su entidad y carácter transversal han sido destacadas y extractadas de uno u otro ámbitos concretos, recibiendo carácter prioritario. Las cincuenta y cinco medidas propuestas se desglosan en acciones o grupos de acciones y han sido identificadas durante el proceso de participación con las mesas sectoriales involucradas en el proceso.
Para su desarrollo, el Programa de Movilización se irá articulando en Planes Operativos Anuales. Este sistema permitirá adaptar los retos del programa tanto a las necesidades cambiantes del sector a corto plazo como a los condicionantes impuestos por los objetivos fiscales y financieros a corto plazo de los distintos órganos directivos responsables.